RESEÑA
Hace muchos años, cuando yo era adolescente se estrenó en Madrid en un cine de barrio, el film como del director Elia Kazán, greco americano titulado ¡América, América!
No conocía su argumento pero tenia cierta curiosidad en asistir a su estreno y me impactó la vida de los protagonistas que se desarrollaba en el antiguo Imperio Otomano, una Institución que al alumbrar el siglo XX estaba en franca descomposición; este Imperio de los Sultanes que en el siglo XVI con Solimán El Magnífico estaba en su cenit en esplendor y que transcurrido dos siglos posteriores estaba irremediablemente irreconocible.
En la Iª Guerra Mundial fue el ocaso de este Imperio porque ya anteriormente en 1830 Grecia, auxiliada por el Imperio inglés se emancipo del Imperio otomano, seguidos por los pueblos eslavos (Rumania,Bulgaria,Serbia,Croacia ,Bosnia-Herzegovina, Macedonia Montenegro etc.,) que se sacudieron el yugo otomano, auxiliados por la Rusia Imperial, que acudió en ayuda de sus hermanos de raza.
Qué relación tiene esta historia, con el título: El día en que se hundió el Titanic.
El Titanic fue un trasatlántico británico que era el mayor del mundo en el aquel entonces y que se hundió en la noche del 14, en la madrugada del 15 de abril del 1912, durante su viaje inaugural desde Southampton (Inglaterra) destino a New York (Estados Unidos). En esta tragedia murieron 1496 personas de las 2208 que iban a bordo. Este barco fue construido entre 1909 y 1912 en el astillero Harland and Wolff de Belfast y era propiedad de la naviera White Star Line.
Entre sus pasajeros estaban algunas personas más ricas del mundo y además cientos de inmigrantes (irlandeses, británicos y escandinavos) además de otros de distintas nacionalidades en busca de una mejor vida en los Estados Unidos de América.
Aunque el barco fue construido en lo último, en lujo y comodidades, como gimnasios, piscina, biblioteca, restaurantes de lujo y opulentos camarotes para los viajeros de primera clase, también disponía de avanzada medición de avanzadas medidas de seguridad pero debido a las obsoletas normas de seguridad de la época, sólo disponía de salvavidas para 1178 pasajeros, poco más de la mitad de los que iban abordo en su viaje inaugural y un tercio de su capacidad total de 3547 personas.
Tras iniciar su viaje, el día 10 de abril del 1912, el Titanic recaló en Cherburgo (Francia) y en Queentown, hoy Cobh (Irlanda) antes de poner proa al océano Atlántico.
El 14 de abril, cuatro días después de su partida y a unos 600 km de la costa de Terranova, el Titanic chocó con iceberg y esta colisión originó la apertura de varias planchas del casco y en el lado de estribor bajo la línea de flotación, a lo largo de cinco de las 1dieciseis mamparas comenzaron a inundarse. Durante dos horas y media, el barco se fue hundiendo gradualmente por su parte delantera, mientras que la propia popa se elevaba y en ese momento varios cientos de pasajeros fueron evacuados en botes salvavidas, de los cuales casi ninguno fue llenados en su máxima capacidad.
Un número muy elevado de hombres murieron debido al estricto protocolo “Mujeres y niños primero” y antes de la 2:20 del 15 de abril el Titanic se partió en dos y se hundió con cientos de personas todavía a bordo. La mayoría de los que quedaron flotando la superficie del mar, murieron de hipotermia y algunos fueron rescatados por botes salvavidas.
Los 712 supervivientes fueron recogidos por el trasatlántico RMS Carpathia, unas horas después. El naufragio del Titanic conmocionó al mundo por el elevado nuevo de víctimas y por los errores cometidos en el accidente.
Este suceso originó que todas las investigaciones públicas realizadas en el Reino Unido y en los Estados Unidos de América implementaron importantes medidas de seguridad marítimas y la creación en 1914 del Convenio Internacional para la seguridad de la Vida Humana en el Mar.
El argumento de esta novela no retrae a las vicisitudes humanas de los personajes que se describen, que tuvieron una vía anterior pasada y tras sus dificultades y sus sueños frustrados por el fatal accidente, no lograron materializar su proyecto de alcanzar la tierra prometida ¡América, América! para conseguir la supuesta felicidad que deseaban encontrar.
Esta novela: “El día en que se hundió el Titanic” es fruto de mi iniciativa de describir este hecho y las vivencias de los personajes que sufrieron esta tragedia, que acabó con sus vidas y su comportamiento como auténticos titanes, para mitigar el naufragio, además de la historia de algunos personajes de ficción que tuvieron que soportar algunas situaciones de peligro e incomodidades que tuvieron que superar hasta alcanzar su sueño de ser pasajeros de este buque accidentado.
Si consigo que en la descripción de las historias, motivar a los lectores para trasladarse a la piel de los pasajeros, testigos de esta tragedia, me considerare satisfecho por la publicación de este ensayo.
Fdo: Julio Reyes Rubio “Al-Mayriti”